La cucaracha está en su casa y buscando nido anda un pajarito…
Malhumorada ella está sedienta y él con su tanque que se revienta;
Nunca se han visto pero se huelen, es suficiente ¡con eso tienen…!
Hay mucha gente y se cohíben, pero a escondidas se desinhiben.
Son inocentes, ¡tal vez perversos!... pero se aman y no es un verso.
El pajarito entro a esa casa, aunque está preso su nido abraza;
Le abre las rejas para que vuele y el sinvergüenza ahí mismo vuelve.
La cucaracha está orgullosa por ser su casa y por ser sabrosa.
La cucaracha y el pajarito nunca se quejan de su pareja
Ella exigente y él complaciente, hasta que el tiempo muestre los dientes.
El pobrecito ya alicaído busca ayudarse con su piquito,
La muy glotona envalentonada no está contenta casi con nada.
La cucaracha jamás se cansa y el pajarito casi no avanza,
Tiempo y trabajo han transcurrido y el pajarito ya está vencido.
Envanecida la cucaracha, aunque él lo quiera ella no se agacha.
El pajarito al fin sucumbió y la cucaracha entera quedó…
La muy bandida está acalorada, bien pati’ abierta y mal humorada…
Él la contempla desde acá afuera, no tiene entrada aunque quisiera…
El pajarito está desahuciado, no haya esperanza por ningún lado.
Mientras el pájaro así fenece, la cucaracha ni se envejece.
Resumiendo: el pajarito está trinando y la cucaracha revoloteando;
Amaneciendo él trina contento y la cucaracha sin un lamento,
Atardeciendo la cosa cambia él ya cansado y ella con ansia.
No es un cuento, así es la historia que a vos y a mí, lleva a la gloria.
Magnolia Stella Correa Martínez
Colombia
2020