Kinmaya

Ayer

Un ayer esfumándose en su lejanía

como sombras veloces de fuego,

yacen en un olvido difuso,

inerte entre el polvo y los tiempos.

 

Almas aferradas al espacio,

desde interminables lontananzas,

entre inmutables vacíos extraños,

sin palabras, sin rostros…sin nada.

 

La vida inmersa en su misterio

observa ilusorias las distancias,

pensamientos que susurran añoranzas,

una nostalgia dejando su sereno callar.

 

Un ayer habitado por el destino,

llevado por un viento calmo,

remembranzas de un peregrino lozano,

que sigue por el sendero de los sueños.