Eduh Siqueiros

En el renacimiento de un nuevo yo

En mis barruntos sin argumentos intuyo,
que en mi afán de recorrer la vida desespero,
tratando a veces de soslayar mi suerte
y repetidamente hay ocasiones que en mi misión no avanzo
cuando pienso en lo fatídico de un final,
he ahí el origen de lo que me propicia agonía
cuando le endilgo a la muerte lo nefasto,
morirse es una transición y no un final,
es un «matar» a la materia que no evoluciona,
esa que he moldeado con paradigmas del mundo,
así, muerto ya he sido en varias ocasiones;
muerto ya he sido y me he revivificado
en el renacimiento de un nuevo yo,
conservando en mí lo bueno que descubrí,
sé incluso, cuando se llegue aquel día poco aceptable
en que pierda lo corpóreo, que trascenderé
a lo etéreo… así creo, también en las cosas del amor,
que por donarme y ser recibido avanzo,
y que a mayor trascendencia más voy muriendo,
revivificándome en la renovación:
esa que en el amor tiene su origen
y que por eso intento cada brevedad vivirla
sumido en la entrega, aunque a veces lo olvido
cuando en el mundo me quedo extraviado
y necesito valorar todo otra vez en esta cosmovisión.