Rodolfo René

Seducción

El calendario marcaba el último lunes del mes sexto

esa mañana para Eliza no habían pretextos

la dulce poesía fue su seducción,

ya en su piel y mente yacía la tentación.

 

Se olvidó de su casa, el trabajo y la iglesia

tomó su bolso, tacones altos y unas medias fucsias

y en la tienda lo rellenó de antifaces, gel y preservativos

luego de dos llamadas estaban listos jugando al fugitivo.

 

Ahora, las palabras motel, orgía y otras, eran de su vocabulario

y de los tres ninguno debía hacer comentarios.

Ella les susurró, he perdido el miedo

caballeros, deseo; el cielo tocar con mis dedos.

 

Con copa en mano dijo; salud por mis cuarenta y dos.

y entre gemidos, Ellos no pausaban de rasgar sus vestido

Eliza en unas horas ya extenuada, mordía su almohada

Se dio una ducha, tomó otra copa, se despidió

y regresó a su cotidiana vida en la casa de pared sizada.

 

 

Rodolfo René ©