Lore Cruz

TOCANDO UNA MIRADA

Sobre el frío llanto de tu pecho,
sobre el cáliz amargo de un recuerdo,
con la herida abierta en la pupila
y la esperanza inquilina de un regreso,
puse mis labios en tus labios sin un beso,
conté las pecas de tú dorso
y una a una llenaron la sed
con la que tú sueñas otra boca.

Dormí en tu vida por un día y un segundo,
mi cuerpo fue semilla y cuna
a la cobardía que esconden
nuestras manos,
y aunque la promesa no es el pan
en nuestra mesa,
tú estación ha de florecer
antes de ser respuesta

a la oración que invocaba tu pasado.

Me marcho con la fe puesta
qué tal vez mañana te encuentre,
¡Vivo, muy vivo! entre mis versos.

Lore Cruz
Madrigal de Luna
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Colombia