Sobre un banquito,
con lo pies descalzos,
tu semblante es pulcro,
provoca deleites
a mi alma y cuando ríes...
en el cielo de tus ojos
pierdo a mis miedos,
testarudo yo, mas soy fiel
a mis esperanzas
que están escondidas,
apresadas y sin escape
en lo tierno de tu mirada.
Me agitan los afanes
de volar hacia tu paraíso,
arribar hoy a tu edén,
pero rompí mis alas
y ahora me detengo,
tan sólo con mis ánimos
imaginando tu canto,
en mi alcoba permanezco;
más nada me quita
este sueño entre los sueños
y es así como arribo
hasta tu sonrisa, mi linda.
No, no quiero que olvides
si acaso es reacio
el olvido entre tu sienes,
mejor sonríe y respira,
pues no sabes cuanta paz
emerge de ti cuando ríes,
¿acaso lo sabes?, dime...
la magia de tu sonrisa,
¿sabes lo que provoca?,
entrega un gran motivo
para mantenerse avante,
ya un alma dejó su ingenuidad.
Piensa mujer quién eres:
«el ángel de la alegría»,
por eso ya no permanezcas
en la tristeza, porque debes
derramar fruición, desde ahora,
sobre los corazones, esos
que al percibir tu nombre,
el amor con plenitud los invade.
Eres irresistible y eres admirable,
que ya no puedo estar sin admirarte.
Eres irresistible y eres hermosa,
que ya no puedo estar sin mirarte.
Eres irresistible y eres cariñosa
que ya no puedo estar sin mimarte.
Eres irresistible y eres amorosa,
que ya mejor permanezco callado...
Rondo otros lugares,
correspondo en gentileza,
pero el afán me hostiga
y vuelvo a buscarte,
a seguir tus rastros,
y termino en tu espacio,
desde aquí es más limpio
este cariño que es santo,
al que culto le rindo.
Y volveré, tantas veces,
a esta morada de ángel,
de un ser con beldad y en cercanía
a tu paz ya se esfuman
en mi alma los temores
y el día en que me vaya
recordaré tus alas
y percibiré tus caricias
cuando mi alma llore,
para volver a amar.
Hace tiempo debía
irme ya... mas me detiene
mi ansia que crece y crece,
mi arrebato es inmenso
y esta necesidad
de más nutrirme
del cariño que ha crecido
y que en mi alma está;
sé que no habrá sorpresa
cuando ya me vaya,
desde que hallé la quietud
para mi alma inquieta.