Antonio Encinas Carranza

Golondrina sin alas

Golondrina sin alas

 

Porque tanto silencio;

porque callar el desprecio

el insulto, la agresión,

enlutada sombra arrodillada,

tu naciste para ser amada.

 

Porque cambiaste tu destino

y escogiste un camino 

con final sin luz y con rumbo ciego,

destruyendo tus sueños.

 

Levántate golondrina sin alas

de vida manipulada y silenciosa.

Donde quedó tu dulce sonrisa

y tu mirada de luz y ternura.

 

Porque dejas marchitar tus días de risas.

Porque te acallan los gritos 

y permaneces sumisa ante los agravios

que se vislumbran torpemente 

en una burda y desenfrenada vorágine. 

 

Vuelve a la vida y has que retorne

tu sonrisa fresca y tu mirada olvidada, 

Que tu carne es palpitante y tu sangre vibrante.

Vuelve con el viento que corre libre 

acaba con la nefasta congoja.

 

Brota del lienzo a la vida real

donde las mujeres son solo pintura

muerta de niñas sin brazos, sin piernas,

de muñecas destrozadas, despedazadas.

 

Renace con tus fuerzas

busca el Sol del mediodía.

Abandona el acopio 

diario de lagrimas negras

que afuera hay un  Sol

alumbrando y brillando

para los seres libres.

 

la miseria malsana 

de una vida pintada de crueldad.

sumisa nunca más.


Recupera tus alas dormidas

y vuela y canta como la golondrina

del campo, rodeada de libertad.

 

 

Autor: Antonio Encinas Carranza


De: Lima, Perú

  1. D. R.