Franco D. Palomino

Vagabundo en Nueva York

Sin amor en la esquina de un vagón,

sentado al frente un mirón

que su reflejo distante distingue.

Ojos muertos y cansancio 

hablando con él,

el otro yo.

Desamor

Locura

Y alcohol

Mientras las puertas reciben a otro juez,

cuyos ojos son buenos para despreciar

mientras no sea frente al espejo.