Denise Arredondo

Momentos de resplandor

En nuestros momentos de resplandor nunca escribí de vos y yo, será más bien porque ocupaba esa parte de mí pensando en los felices que éramos, en lo lindo que teníamos, en lo bien que se sentía ser parte de un gran amor.
Nunca escribí de nuestra felicidad, y ahora en parte creo que me arrepiento, porque de haber escrito algo de nosotros, de aquel amor, ahora tendría hojas de tinta llena de testimonios y de lugares que fueron cómplices de nuestro amor.
Pero ahora no estas, no estamos. Y no tengo nada que avale lo felices que fuimos sentados en aquel sofá, en aquella plaza, en aquel cine. Solo tengo recuerdos que poco a poco vere desvanecerse.
Y lo loco es que ahora escribo desde el dolor, que ahora si siento que necesito escribir de lo que pasa, de tu huida, de la angustia, de la melancolía, debe ser porque en cierta parte busco canalizar este dolor en algún lado, en algún lugar.
Por qué es más fácil escribir sobre lo que duele y no sobre lo que nos hace felices, por qué será que guardamos papeles llenos de tinta con sabor a tristeza y no guardamos aquellos que contienen felicidad, por qué será que en nuestros momentos de resplandor nos olvidamos que lo que viene puede ser una caída sin retorno, un agujero sin salida. En cierta forma sabemos que es así porque cuando somos felices no nos importa nada más, nos sentimos plenos, satisfechos y por qué pensar en las caídas si este es nuestro momento, si el amor es ahora, si el sol está puesto hoy.
No lo sé, los sentimientos son una catástrofe indescifrable en nuestra alma, un sube y baja sin explicación.
No me arrepiento de haber sido feliz sin pensar en lo que vendría después, en la tristeza que existirá después de tanta felicidad, pero si es que existe una cosa de la cuál arrepentirse, debo confesar que me arrepiento de no expresar en cartas lo que vos significabas para mí, de no poder detallar esa felicidad que vos dejabas en cada esquina de mi alma,me arrepiento de no dejar testigos de esa felicidad que vivimos.
Y acá estoy, otra vez, será otro eterno febrero intentando olvidar lo que alguna vez fuimos, sabiendo que en parte, quizá, pudimos ser más de lo que quisimos.
          -Denise Arredondo