boris gold

GRACIAS POR ESA EFÍMERA ALEGRÍA

Hoy ya cumplidos los…y tantos, emerjo despaciosamente de la bruma, cual si fuese una máquina del tiempo, que me arroja cual un túnel hacia la realidad actual ¿y donde me encuentro?. Perdido en la tiniebla de un pasado ya lejano, donde la busqué mil veces por ese doloroso camino que pasó, ¿a quién?, ni más ni menos que “a la felicidad”.
Siento que en mi interior se lleva a cabo una lucha tenaz, entre el “ya fue” y el reflujo de una voz que desde el infinito me grita PROBÁ OTRA VEZ, soy muy conciente que no siempre se puede transitar por lugares despejados, tal vez lo que hace tan interesante nuestro transcurrir, son precisamente los baches que encontramos en nuestro camino.
Reconozcamos que nos ayudan a crecer, ¿ pero a costa de que heridas? Porque a esta altura del partido los golpes los siento cada vez más, pero el mea culpa que cada día me hago, es no haber sabido cuidar o alimentar a ese amor que supe tener, cuando estaba del otro lado “el de los que eran felices”, cuanta agua corrió bajo los puentes y cuanta angustia depositada aquí…en mi alma.
Fue en el viejo parque de mi barrio, donde llevaba a pasear mi tristeza de muchacho bueno y en el momento que le rendía culto a la diosa naturaleza, que sin cobrarme nada por ello, me regalaba el espectáculo de los pájaros cantando y el colorido de los árboles, fue en ese preciso momento que apareció.
Vestida de blanco, con un libro entre las manos parecía una imagen divina…puesta allí para que la adorara.
Después el tiempo que todo destruye, desencuentros casuales y el destino cual títere macabro, que mueve los hilos de nuestro destino y al final, la noche que cayó para siempre sobre esa luz, que era la promotora de toda mi alegría.
Y luego el hoy, que no es un lecho de rosas que digamos, pero agradeciendo su memoria que es en definitiva, lo que me ayuda a seguir tirando de este carro, lástima grande que lo único que conservo de ella, es un cuarto lleno con el eco de su voz y cajones llenos de ausencias y soledad…QUE EMANAN DE SU RECUERDO.
En síntesis: lo que tengo bien claro, es que hay…¡HERIDAS CONDENADAS A TENERLAS SIEMPRE PRESENTES!.

El tiempo ha pasado/ estoy ya más viejo/ tengo más achaques/ es lento mi andar/mi amor es tan grande/ recuerdo querido/la vida que es buena/ me deja soñar.

Boris Gold
(simplemente…un poeta)