walter rafael aguero gomez

Perdonar, dejar pasar, es amar...

Deambulo aturdido

hacia la metamorfosis cósmica.

La angustia eterna del perdón

me roba la quietud,

dentro de mi piel no hallo acomodo.

En nuestro reencuentro,

mi alma estaba dormida;

la tuya abierta a la amistad,

vestida de perdón,

adornada con amor

y cargada de verdad.

Lentamente,

te apoderaste de mi pensamiento

hasta residenciarte en mi pecho.

Mis acciones te tocan

haciendo brotar el enojo.

Tu visión es la balanza

que pesa lo ocurrido.

Callo,

otorgo mi inocencia.

A veces,

el orgullo grita por la dignidad.

Me oculto en el silencio

porque te amo;

no quiero empañar más tu mirada.

Ama de verdad quien perdona.

Te ofendí, 

te quité la paz.

Invoco el perdón

para alejar la ofensa

y los sentimientos que alberga;

para hacer descansar tu mente

mientras sigues el camino.

Perdonarse,

soportarse,

aparta el veneno de la ira;

recuperas tu tranquilidad profunda,

tu salud,

nuestro amor...