VITRALES DEL ALMA

¡ABNEGACIÓN!

 

 

 

 

 

El llanto que inocente rueda por las mejillas, cumple a cabalidad su vocación. Dulcifica la tersura y tibieza en el rostro y sana la piel ajada del alma.

Se abre en consecuencia, gloriosa ramificación de perfumados pétalos, que en suave vaivén, esparcen sobre la red venosa del orbe, dichosa gratificación, y al unísono, adheridos quedan, en el ímpetu del aire.

Es delgada la línea que mirándose bifurcada, nos arrastra por senderos equivocados. Bueno es, y panacea del alma, ayudar a quien lo necesite, y en nuestras manos, lograrlo. Muy distinto, sacrificar la propia esencia, partiendo el pan y dividiendo el vino, por almas inmerecidas

En el trayecto de la vida, no falta, quien quite luz a los días, la sonrisa de los labios y el brillo grandioso en la mirada.

¡Sombras solitarias y miserables! ¡Cuerpos sin alma, sin corazón!


*


Pálido e impasible, el amor
Inalcanzable fantasía,
Sueño perdido

Yo de amor no sé nada y todo lo sé
Lo he visto arder en mi pecho
Y consumirse en mi cuerpo

He sentido el espacio y huella profunda
Que ha dejado su desprecio.

He mirado con hilaridad
Las ojeras por noches insomnes.

Y

Ya, en el espejo, he palpado su dolor
Y la tibieza de la traición

Sostenida en mí, no he desfallecido,
Después de todo
La muerte y llanto postreros, no son míos



* Imagen tomada del muro de Islam Gamal
Luz Marina Méndez Carrillo/29122019/Derechos de autor reservados.