Puedo navegar sobre este río de serenidad,
en mi barca de aceptación,
que se conduce a través del recorrido sin tiempo.
Puedo fluir libre, sin conocerme con el pensamiento,
ni con el sentimiento, ni con la emoción.
Puedo ser sin ser percibido por los sentidos,
Puedo estar allí, sin principio y sin final.
Puedo vivir sin haber nacido.
Puedo llegar adonde siempre estaré,
en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
en una mirada, en un sonido, en una fragancia,
en una caricia, en una visión, en un pensamiento,
en una emoción, en un sentimiento, en una ilusión,
en un sueño, en un despertar, en nada y en todo.
Puedo estar donde siempre estaré.
Seré silencio en medio del bullicio,
y seré estruendo arropado de silencio.
Hablaré, hablaré y hablaré sin decir una palabra,
seré tuyo y de nadie.
Comprenderé sin la mente,
existiré sin la vida,
persistiré después de la muerte,
caminaré sin caminar,
veré sin ver,
oiré sin oír,
seré sin ser de este mundo.
Y así me daré cuenta de mi en el todo y en la nada.
Siempre presente...Siempre consciente...