Moisés Sánchez

Sin importar que te vayas

Suelo pensar mucho en ti y en lo que fue,
pensar en cuanto te adoré y te solté,
saber que te tuve aquí y al mismo tiempo te perdí.

El darme cuenta cuantas veces
mis palabras acompañadas de mi silencio
te besaban y acariciaban,
cuantas veces mis suspiros te decían
que te pertenecía
cuando mi mirada se perdía en ti,
y tu al verme,
me reencontraba conmigo mismo
y mi alma revivía, bailaba y sonreía;
hacía el amor con la tuya.

Volaba en tu cielo y aterrizaba entre tus dedos,
y la tomabas fuerte de la mano y me hacías sentir pleno,
me sentía vivo y contento,
dichoso de respirar tu aire
y de ahogarme entre tus senos.

Si el morir de amor significa morirme en ti,
entonces que sea mi dicha esa:
el verme enterrado entre tus piernas
y renazca mi ser en tu sonrisa.

Que reviva entonces mi esencia en tu perfume,
para compañarte hasta la noche
y nuestro nombre se apropie del silencio
para que cada que corra el viento me recuerdes
y sepas, mujer, que a pesar de yo no ser de ti,
mi recuerdo te pertenece
y vivirás en mi hasta el final de tus días de diosa,
porque con solo verte mi ser vive de algarabía
sin importar que te vayas;
aunque de mi no quieras saber,
promesa te hago de que,
de forma franca y sincera:
será un placer recordarte cada que pueda.