Alek Hine

¿ES COHERENTE PEDIR PRUEBAS DE LA INEXISTENCIA DE “DIOS”?

No defino el concepto “Dios”, puesto que, creo, todos, o casi todos, por razones de cultura, compartimos más o menos la misma idea, con ligeros matices quizá, de que es un “Ser eterno, superior a nosotros en poderes y creador del mundo todo”, independientemente de que se ocupe de su creación o no, es decir, de que sea un Dios personal o impersonal, e independientemente de que lo tomemos por real o imaginario.


¿Es coherente pedir pruebas de la inexistencia de “Dios”? Me parece que no, por no decir que es una sandez. A priori es tentador pensar que el caso es igual o parecido al de vida inteligente extraterrestre.


Creer en vida inteligente extraterrestre no es lo mismo que creer que nos visitan o que nos han visitado los extraterrestres y que los ovnis son sus naves de transporte interestelar. Me gustaría verlos o tener pruebas de que nos visitan, pero jamás he visto ninguna criatura rara ni tampoco extrañas luces en el cielo a las que no pueda dárseles plausible explicación.


Como no tenemos una prueba tangible de que haya seres extraterrestres, la postura de los escépticos al respecto es que hasta que no tengamos pruebas, ellos seguirán creyendo que la Tierra es el único planeta con vida y con seres inteligentes (los inteligentes seríamos solo nosotros, los humanos, según algunos de esos escépticos) en todo el universo (algo así como creer que somos no la última, sino la única bebida gaseosa de cola en el inmenso desierto universal).


Pero si tanto la inexistencia de Dios como la inexistencia de seres extraterrestres son el mismo caso o se asemejan, ¿por qué los creyentes en la vida inteligente extraterrestre no piden prueba de la inexistencia de tal vida a los escépticos? La razón es obvia: los escépticos no tendrían de dónde tomar dicha prueba; ya que ellos afirman que no existen seres extraterrestres, tampoco, desde su perspectiva, podría existir prueba alguna… ¿O me equivoco? ¿No podrían los escépticos aducir que justamente esa es la prueba, el hecho de que es IMPOSIBLE presentar ninguna evidencia tangible de la inexistencia de tales seres por razones obvias?


El escéptico bien pudiera decir al creyente: “¿Quieres que te dé pruebas tangibles de lo que yo declaro ser de inexistencia tangible? ¿No es eso un axiomático absurdo? ¿No eres tú que afirmas la existencia tangible de tales seres a quien le corresponde buscar y dar con esa prueba, aunque tal prueba pueda estar esperando en el futuro?”.


Aquí lo importante no es si a los escépticos les resulta imposible ofrecer una “prueba” a los creyentes que se les ocurriera hacer tan absurda petición, sino que ningún creyente en la vida extraterrestre lo hace, ¿por qué?, porque los creyentes saben que los escépticos tendrían razón en su postura: imposible ofrecer prueba tangible de lo que no existe tangiblemente. Esto es tan evidente que no necesita más explicación.


Esta clase de creyente sabe que quien debe probar la vida extraterrestre es el que afirma que la hay. Solo en eso veo la similitud entre los casos de la inexistencia de “Dios” y la de extraterrestres inteligentes. Así pues, ¿no es una incoherencia o necedad pedir pruebas de la inexistencia de Dios a los escépticos, que declaran que Dios es solo idea, entidad de pura fantasía?


Ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia. Eso aplica bien para el caso de los extraterrestres, no para Dios. Aquí también aparece la falsa analogía. ¿Por qué? Porque el creyente en la vida extraterrestre (inteligente o no) parte de una certeza, la realidad de la vida en la Tierra, y sabe que sería absurdo que solo aquí se hubiera presentado la vida, siendo que el universo está lleno de soles y planetas en cantidades ingentes.


En cambio Dios… La analogía sería correcta si nos constara la existencia de un Dios. Podríamos entonces incluso pensar: “Es posible que existan más Dioses. ¿Por qué? Porque si en mi tiempo y espacio existenciales hay uno, ¿qué podría impedir que hubiera más de ellos en el Cosmos infinito? Después de todo, ¿no vemos una pluralidad de seres y de cosas? Innumerables soles y planetas, lo mismo que galaxias y cúmulos y supercúmulos de estas, y una Tierra rebosante de criaturas de formas tan diversas. El Cosmos exhibe pluralidad como regla”.


Solo habría que probar la existencia de “Dios”. Es bien sabido a quién corresponde la carga de la prueba y he explicado por qué me parece que es una incoherencia pedir prueba de su inexistencia real y verdadera.


Ahora bien, si “Dios” no puede probarse de forma tangible, entonces es improbable. Y si no podemos tener esa prueba, como seres tangibles que somos, entonces no tenemos conocimiento cierto de “él”… o de “ello” (a menos que solo sea entelequia); decir “Dios” no agrega nada al saber humano. ¿De qué hablamos entonces? “Pasemos en silencio”, como dijera Ludwig Josef Johann Wittgenstein (1889–1951), pues de “Dios” no hay nada que decir (filosófica y científicamente)… excepto que es creación humana (esto salva a la palabra, pues el arte es libertad). ¿Creación humana? Para algunos esto es una posibilidad; para otros, una certeza.

 

miércoles, 26 de febrero de 2020