Havid Stiven

Madre Naturaleza

 

Estás llena de multiples latidos que despiertan el alma.
Hasta los sordomudos pueden sentirte o herirte, siempre compaginada con los elementos de casa en casa, eres tan amable y tan rebelde que en ocasiones puedo temerte o disfrutar de tu presencia.

Hoy es un día atípico y soleado, de esos que son tan especiales en las mañanas, dónde florece mi tristeza en forma alce y paulatinamente se va tornando en felicidad conforme se aproxima la bonanza.
Una escencia enigmática se cuela por la ventana de mi morada y se posa por todo el lugar, sembrando un sol en el candelabro encima del comedor y esperanza en forma de árboles que van creciendo a través de los baldo cines. Idolatrando con su presencia el tiempo el espacio y la atmósfera.
Y ya que me visitas con tu esplendor, hoy te prometo que aquí en mis tierras no habrá latifundios que te encarcelen, no te lastimaran, porque aquí a diferencia de los demás si agradecemos tu visita con el corazón.
Quisiera que durará siempre,ya que antes de que tu vida se encendiera no había lianas en las cuales enrollarse, los días eran tan tristes, a diario te veía asfixiada, retorciéndote impotente por alcanzar el sol y la lluvia. Pero hoy, hoy se llena en equidad tu aroma con la brisa, rebosando de amor la copa donde se posa el cielo y sus nubes con olor a universo. Yo aprovecho para bautizar y acariciar tus raíces, alimento tu magnificencia para que sigas esparciéndote por en medio de los dedos de los arboles y acaricies los poros de la existencia.
Havid Stiven