Carlos Justino Caballero

VENENO

 

 

 

Llegas a ser como un veneno que no mata.

Sólo tienes de la coral que el alma me ha mordido,

su belleza de colores; y yo no pude percatarme

del ataque inesperado.

Eres veneno que circula velozmente por mi sangre

y llega al alma, porque sólo tienes de la coral

el encanto de sus tonos.

No hay hemólisis, ni edemas, ni dolores.

Hay un aire saturado de sentires y hay latidos

advirtiendo filigranas que antes no advertía.

He sido inoculado y hoy puedo escuchar

y mirar lo que antes eran sólo ruidos y manchones.

No te esperaba en mi vida… y te ignoraba, poesía,

y te encuentro hoy, que me has invadido y ya sin cura.

Me siento envenenado; me has mordido y has dejado

la marca profunda de los siglos, pues tú tienes

en tu esencia lo escondido y vital de las serpientes.

 

¡Y la única secuela trascendente que ha quedado

es mi cantar en armonía!

 

 

De mi libro “De esas letras pendientes”. 2018 ISBN 978-987-763-836-3