Sonder

Tacto

Sé que nuestras caricias

se desean entre ellas

y que cuando estas lo consiguen

florecen las más bellas flores de distintos tipos;

hay gladiolos, dalias, rosas, claveles,

cientos por cada una,

¿qué acaso no puedes verlas?

¡Pero sí ahí están!

No me estoy engañando

porque tu piel no me engaña,

sé que puedes ver hasta las hojas

mutiladas de su fino tallo

cuando la brisa se cruza en su camino,

pues delicadas son ellas

como un reflejo tuyo y mío,

 que están sólo resistiendo,

hasta que los golpes del viento las acaben

como podrían con nosotros nuestras diferencias,

o lo haga simplemente el tiempo

como nuestro peor verdugo;

si no puedes verlas

es que tú te estás engañando

y quieres seducir a mi ingenuidad con tu mentira.