Cirro

Abrir las ventanas

Ay, cómo abrir los sonidos, la ventana

cómo abrir al hambre un manantial tranquilo

cómo resurgir desde los juguetes, la mirada

cómo cuidar la obra y dejar de ser las navajas

ay, si alguna vez Miguel Ángel o un retratista

o un constructor que jamás a la literatura

o una época donde todo fue apellido

salvo el romance alado de dos errantes

salvo la educación esmerada de una madre

si alguna vez me diera por abrir sin pretérito

¿bastaría con hacer de mi alma una pradera?

¿bastaría con ser testigo de la existencia?

Tal vez debería empezar por abrirme paso

desde la arena, mirar al sol morir 

mirar al sol nacer sin saber si va a morir

y viceversa

dar la mano desde el agua regocijando 

mis pies quemados, mis pies cansados

descansados, limpios, enterrados

y ay si así fuese ¿basta tanta pasión?

¿basta con mirar tanta belleza al frente,

bajo y sobre el mar?

¿basta con la ola que viene y con el posterior grito,

gracias, respiro?

Habrá que abrir también los sonidos

los otros sentidos

escuchar o intuir la música detrás de la música

habrá que vivir y abrir las ventanas

no reservarse oscuridad

amar aunque afuera haya gris.