bonifacio

Se necesita una musa

Se necesita una nusa inspiradora

Tanto de alma como de piel

Que me dedique al día tan solo una hora

O todas las noches que a mi me va bien.

 

 

A cambio de eso yo invento poemas

Donde la dejo radiante como Rapuncel

Con su pelo peinado con una corona

La dejo como reina sobre su corcel.

 

Que  su corazón palpite sin ninguna demora

De encanto o de miedo vaya usted a saber

Por estos poemas los que  nunca nos sobran

Preciosas palabras de amor y placer.

 

Todo lo que surja quedará entre nosotros

Guardado en secreto en medio del Edén

Maravilloso jardín que hace reir sus ojos

Y a mi ponerme alegre como un cascabel.

 

Si usted sabe de una por favor ubíquemela

Que este asunto me tiene a muy mal traer

Dígale que la espero como una crisálida

Que colma mis sueños al atardecer.