Freddy Kalvo

Para mis Hijos

Germinaron los dos bellos luceros,

mis brazos los arrullaron contentos,

los cobijó manto de sentimientos,

liberando suspiros de te quiero.

 

Iluminaron vidas caminantes,

de su padre, madre y familiares,

moviendo el corazón con sus telares,

para tejer amorosos celantes.

 

Semillas en tierra fértil cayeron,

y frutos de amor llenan nuestras manos,

¡gracias, oh Dios bondadoso y tierno!,

 

dos gotas de agua son hoy nuestro invierno,

que sacian sequía en nuestros veranos,

porque alma solitaria abastecieron.