Sebafel

Ajedrez III

Pensar variantes y jugar movidas,
lanzarse al mar de aguas torrenciales
sin ahogarse nunca... Son iguales
los caminos de nuestras pobres vidas,


no así los pasos altos e infinitos
con que ágil atraviesas la espesura
de lo posible, tú, ajedrez. Oscura
serían nuestras vidas sin tus ritos.


Hoy palpo tu misterio más oculto,
lo toco y acaricio como un río:
tus deleites no son para el gentío,


son para mí, que cuando juego exulto
de vida. Eres don que llena el alma
insuflándole dicha, paz y calma.