Diego Nicolás García Contreras

Espiral morado, verde, rosa, azul y pierna extendida sobre la madera desnuda. (5)

Puedo colorear cada célula de mi adn sobre un avión,

y tronar cada hueso en cada turbulencia.

Puedo suplicar clemencia mientras hago una reverencia.
 

Aunque también puedo pasar largo rato haciendo venias en el piso entablado del escenario imaginario

y junto a una vela respirar el aire que trae la luna llena.

Casi llena.
 

Mordida en silencio.

Carcomida por el viento que quiere bailar junto a la espuma escondida,

y en cada imagen resumida 

sembrar vida a cada tierra con poca agua.