Me basta una sola de tus miradas,
Para comprender que el Amor,
Puede existir sin decir una palabra,
Me basta con rozar tu piel tan suave y acariciada,
Para saber que el frío por más intenso que fuera,
No lograra arrancar, mi piel fría pero tan amada,
Me basta con sentir el aroma de tu pelo,
Tan oscuro como el firmamento sin estrellas,
Para saber que una sola de tus sonrisas,
Ilumina mi vida entera, como luz de Luna enamorada,
Me basta con imaginar callado,
El darle un beso a tus labios rojos y apasionados,
Para comprender que el deseo es una nada,
Si en mi caricia no siembro en ti, un poco de mi Alma,
Me basta con decir tu nombre,
En cada una de mis plegarías,
Y avivar así el fuego de mi esperanza,
Me basta con abrazarme a ti, sea alborada o madrugada,
Me basta con pensarla a Usted en la distancia que nos separa,
E imaginar que no hay fuerza ni idea,
Que me haga el olvidarla,
Porque mi Amor por ti es tan hondo,
Como las raíces de un roble, muy dentro de mi Alma…
Me basta con decir tu nombre,
Me basta con recordar tu piel y tu cabello,
Me basta con pensarte y acariciar el recuerdo de tus palabras,
Me basta con saber que Te Amo,
A pesar del tiempo... y de la distancia.