Ana Robledo

FRAGMENTOS DE TI Y DE MI

Hoy me encuentro acá, sin fuerzas necesarias si quiera para escribir, no doy mas de dos renglones, duermo un rato y empiezo otra vez, pero tú sigues ahí, me detiene tu mirada, con los ojos siempre caídos anunciando desde años atrás lo cansado que estabas de todo. Tú olor, el que me revolvía la panza al percibirlo detrás de aquella puerta que cruzabas cada tarde, aún siento que podría percibir el olor a cigarrillo que emanabas. 

Tú sonrisa, esos dientes chuecos tan característicos de ti qué detestaba tanto y el tonito burlón que salía de tu boca al escuchar que se caían en pedazos todos mis sueños; entonces, por qué? Por qué si jamás sentí amor cuando llego a casa y me tiro en la cama, al intentar poner mi mente en blanco, al leer un libro nuevo para mi o al intentar escuchar algo de música apareces otra vez, diciendo que me amas más que a nada, escribiendo mil notas en mis libros y libretas para que siempre te tuviera presente, aún cuando no me dabas tiempo de extrañarte al llamarme cada dos segundos.

Han pasado 12 meses desde que decidí irme y recién siento tu ausencia, no logro terminar nada de lo que escribo, mis hojas tienen más tachaduras que palabras, palabras que nunca dije y que quizá nunca dire, palabras que se convierten en largos silencios, en espacios en blanco de mi vida, y en laberintos de los que no encuentro salida.

Me di cuenta recién qué cuando me fui me lleve más de lo que tú eras que de lo que yo algún día fui, y vaya que es momento de devolverlo, es momento de ir a ESCRIBIRME de nuevo.