Fernández.

Estarémos bien.

La melancolía entro como él frio a la habitación destrozado todo a su paso, y congelando lo que fue, recorriendo rápidamente él cuerpo de un amante destruido, imaginando aquellos ojos dulces que robaron la atención de mil planetas, con una sonrisa que puede dominar a quien sea, y una voz que que ni la melodía de Sebastian Bach podía igualar.

Pero todo quedó en él olvido despierta él frio amante deseando arrancar su mirada de la mente, una mente corrupta que atormenta dia y noche entre lluvias y tormentas, imaginando sin parar una vida ajena a la que merecía, pero al final del recuerdo y pensamiento llegamos al mismo mes donde inicio todo, de la misma manera que termino, espero y las estrellas brillen para ti, como yo las hice brillar, que la luna no se compare con tu sonrisa porque perdiste la noche.

Espero que entre él océano encuentres aquel navegante que siempre necesitaste, por algún motivo pasan las cosas, y sobre todo cada quien esta donde quiere estar, siempre vas a terminar el día, de la misma manera que iniciaste.