RICARDO E MUNOZ P

Días

Hay días en que amaneces con ganas de recibir de un amigo o de casi un extraño un fuerte abrazo.

 

 Hay días en que piensas que tus nieblas no han de importunar a quienes te aman para no enturbiar su discurrir y a pesar de mostrarte el sol de su luz pleno y sus rayos busquen dorar tu piel nada de eso resulta suficiente.

 

Hay días que pasas junto a las jaulas de los canes esperando ser tomados en adopción y sus ojos escrutantes ruegan un encuentro con los tuyos, más tú alejas pronto tu mirada para no caer en su insondable trampa, pues sabes que puedes quedar atorado en esa terquedad de adorarte que no estas dispuesto a soportar.

 

 

Hay días en que pareciera estas vestido de arlequín  que atrae sobre sí toda la congoja de los razonamientos seculares de quienes creyéndose doctos, afirman tener todas las soluciones que el mundo necesita y como tal, las proyectan desde sus nubes con una terquedad portentosa a la vez que afirman, como la felicidad es el único horizonte posible en tanto se derrumban y veras de ellos tus poemas destruidos por una tilde, mientras piensas si fue buen presagio para ti la existencia de Kafka y sólo te queda seguir adelante para dejar que los brazos amados de nuevo te abriguen y resuelvas en ellos toda tu desazón, al saber  que nunca  debiste alejarte y cerrar tras ellos el universo entero que pretende  sumirte en el polvo.