A. Martinez

Ahora.

 

Vas llegando
descalza y prematura,
con los ojos
recién recuperados,
pretendiendo esconderte
de la luz que te deslumbra.

 

Vienes hecha de silencio,
con una voz gastada
y sin acentos,
ocultándote de la evidencia
que se han ido enmoheciendo.

 

Vienes con tu pelo suelto,
negro cabello enamorado
de los vientos,
amigo juguetón del sol,
imagen imborrable del ensueño.

 

Vienes con tus manos
extendidas al silencio,
queriendo sujetar el tiempo,
buscando en otras manos
la mitad no vista
de los recuerdos.

 

Yo voy retrocediendo,
cerrando pasos,
me oculto en las verdades
agrandadas en el tiempo,
tras esa voz
que parte,
yo me voy queriendo.

 

Eduardo A. Bello Martinez
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