juanestrada

Ausencia

Si acaso el destino

me depara tu ausencia

tengo ya recuerdos

que de alguna manera te evocan:

un claro cielo occidental

desde donde me llega el verano;

el perfume exacto de  las

guayabas maduras

allá en el imperio

de mi infancia.

 

Quizá también te evoque

en el aroma del café tostado;

igual que en tu loca risa

y tus llantos contenidos.

 

 

 

 

Te recordaría

en el dolor de

estar juntos

con el miedo

de nombrarte

el lado izquierdo

de mi cama.

 

¡Qué inútil y desafiante acto

que no anula el tiempo

si no que dilata las soledades eternas

de las tardes de agosto

a través de inútiles versos,

borrosos retratos

y objetos sagrados

que afirman tu ausencia¡