Gisela Guillén

Me enamoré de un vampiro

Mis noches eran tranquilas, sin sueños complacientes           

de emociones dormidas, amor, pasión y sexo ausente.

Dormía yo plácidamente cuando de pronto su sombra vi

escuché un sonido extraño, sentí miedo; me estremecí.

 

¿Quién eres? pregunté; aléjate no interrumpas mi paz.

Pero aquella sombra maléfica seguía susurrando su mal.

“Fui enviado a tu solitaria vida para cambiar tu sino

volverás a ser la mujer alegre que desvió su camino”

 

“No quiero tu extraña presencia, escrito esta mi destino

no puedo ver tu rostro ni cuerpo, solo siento tu latido\"

La sombra despacito se alejó; creí que había soñado

la noche siguiente desperté y ahí estaba a mi lado.

 

Decidí encender la luz y tal fue mi gran sorpresa

descubrir que era vampiro, buscando su nueva presa,

tratando de convencerme para beber de mí sangre

pero yo sería más fuerte, lo derrotaría al instante.

 

Así pasaron cien noches siempre me visitaba

con palabras seductoras que a mí, ya me gustaban.

Mi fortaleza desvaneció y sin poderlo yo evitar

me sometí a sus colmillos, mi sangre quería probar.

 

Supo como seducirme para el seguir chupando

mientras yo poquito a poco ya me estaba enamorando.

Mi pasión y lujuria despertó, me hizo perder la razón,

clavo su colmillo en mi pecho y se robó mi corazón.

 

Así han pasado mil noches; el cambió mi destino.

Tengo que confesarles; me enamoré de un vampiro.