Gabriel-

nuestro bien

 

 

Cuando vuelva a sostenerme

sobre las miles de patas

que se plantaron en mis ojos

aquella madrugada;

E incendie  la histeria su grito

en la inverosímil crueldad de las hadas

¡Volveré!

aunque ya no importen las respuestas

O las rosas muertas.

Y la forma sea otra,

Y no está;

pues después de todo, dicen

que todo es por nuestro bien.