Carlos Brid

EL ORO DE LAS CORONAS

Déjame mostrarte  el mundo , las cicatrices del planeta que nos hacen limitados. Yo quiero que veas lo que yo miro cuando me  despierto, una luna que durmió en el rocío y que aún permanece en la hora primera ,minúsculos cristales que alientan la sonrisa del enfermo que es más estridente porque surge desde la más pura de las fuentes, la despedida. También quiero mostrarte lo que yo siento cuando se rifa la inocencia y el dinero se disfraza de justificación, el falso idioma que hablan los que no sienten la sangre del pueblo, pero si viven de su sangría. Déjame mostrarte el amor como yo lo veo, un peregrino en un camino con flores y piedras,con soles y truenos y con espejismos de los malos y de los buenos,los estanques de bondad, que son posibles que saltaron la cerca de lo imposible y ahora viven con la imperfección  del hombre.
Déjame mostrarte la locura y la depresión  porque en ellas esta también el sinsabor de la respuesta,aunque parezcan paramos horribles,en su tierra está sepulta la hiel de los fracasos y también una lucecita que no  claudica.
Déjame llevarte hasta las lejanías que inventó, yo te juro que no están tan lejos, que el horizonte que delinea sus fondos tienen sueños y el oro de las coronas, porque allí todos somos reyes de nuestro dominio y en el podemos escribir nuestra vida.