bernardo cortes vicencio

Animales Concéntricos Disturbios Visuales #32

Yo ensalzo a su idiosincrasia, a su himno, a su nación, a la puerta abierta por donde el pequeño gladiador murmura su gran elocuencia personal, el justo, el exento, el perico y su elogio y su barbería de psicoanalista y la gran industria del sillón privado, el magnánimo, el solidario y su escándalo de anuncios publicitarios, la satisfacción del pequeño “Cicerón, político-filosofo-escritor”, lo ensalzo porque tiene la retórica de molesto pajarraco de gran sofista de lo estricto y del gran quijote razonable siempre cultivando la idiosincrasia y el favoritismo. Mi requisito es igual al sudor de mi pueblo, a tu idea bombardeada que saqueas con tu atractivo turístico frente a la plaza que evangelizas con tu sermón disfrazado de pastor político. Se entiende tu juego y los decretos de la materia prima y la vacuna para las muelas y tu dictado infantil, tu objetivo –si no me equivoco- es entender a la cultura para ampliar tus finanzas, creo pensar en tu ética laboral que no impresiona en tu recital de propaganda capitalista -afiebrada por el dinero- nunca das  paso sin huarache-, es vergonzoso reconocer tu elegante confidencia. Hay que darle a los líderes el pendón de que  piensan igual y tienen el gusto de compartir tu reino de buitre hambriento donde tendrán su recompensa aunque se les prohíba  a los evangelistas la abertura de la falda transparente, con su rutilante academia favoreciendo vírgenes con intentos de sentirse de la gran realeza literaria de tu gran circulo romántico del cual se sirve y te sirves con tu rostro de hombre agrario para bajar recursos administrativos, es decir, de los turbios enriquecimientos  hechos a la medida de la autoridad, del estado y tu manipulación y  abastecimiento de por sí ya conocido de tus despensas políticas. Ahora veo el polen de tu modesta reliquia amañada que otorgas para soñar con tus fechorías politiqueras y tu táctica para embaucar incautos. Tu historia desnuda-pueblos se hace patente en el salario porque desde lejos se ven los puentes heroicos de aquellos qué jamás cumplían con su trabajo pidiendo permisos frecuentes para establecer políticas de gran escultor-ciudadano-agrario y tu alfabetismo popular de chicharrones y frijoles horneados con aplausos. Ensalzo la idiosincrasia de este hombre que le sonríe a los mendigos, aunque después diga deberían de morirse: estorban, al borracho literario, aunque nunca le tome la mano y después comente que “asco acaba de salir del mingitorio”, o vaya a las tertulias y nunca sepa comparar la diferencia del cuento y del verso, menos lo que es un ensayo. Por último: abre la mano mezquina para endulzar el sueño del lisonjero, ante el amor concedido, propone la educación del arte y darle belleza a un libro aunque este tenga faltas ortográficas y crisis de auténtica editorial, es decir: el negocio-redituable, el picoteo del engrapado y una sonda del capital privado: el crédito y la contribución para ganarse el cien por ciento de su interés monetario.        

Bernardo Cortes Vicencio

Papantla, Ver, México

09:0215012020