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LA MAÑANA

    La mañana, amanece con el frío propio de la estación recién llegada, podemos decir, que ha colonizado mi frente, momentos después de pisar la calle... En casa, el reloj sigue engullendo el tiempo, al propio tiempo que, las paredes de las habitaciones conservan su estructura geométrica rectángular, sin ánimo alguno de verse alteradas. Al llegar el mediodía, el sol, decide entonar su himno de fuego, mientras que la brisa sopla impregnada de humedad, procedente de la escarcha depositada  en las plantas durante la noche.