Azzael

El cielo de los que sobran

Vida,
Vanal sobrevalorada traición terrenal
sin ella, almas osadas surcarian los cielos
lejos de este mundo sin faros y lleno de egos.

Cerca del pequeño que se pierde
a la vista del nihilista risueño,
mis sueños se convirtieron en mi letargo,
soñamos con ángeles para ser libres, invidentes voluntarios,
crecemos a la par de hombres alados.

Posados junto al gato muerto lleno de cal,
de luto nuestro asunto es herradicar el mal,
pero nos da miedo cambiar el dial.

Enamorados de la flor silvestre la arrancamos sin más,
Irracional miedo a lo desconocido,
bestias racionales en búsqueda de paz.

Encontré felicidad al raz del conformismo,
más que pesimismo, lo llamo optimismo cínico,
un endymion enamorado de la luna,
gorrión triste, miserable, no puede ser suya.

Sobre su nido canta la sinfonía de un corazón roto,
solitaria víctima del reproche, no busca más legítima alegría,
que una noche con la mirada que me da amor sin letanía.