R. Gruger

LA CHICA DE LA MOTO

Me cruzaste con donaire

tan segura de ti misma

y te amé niña atrevida...

 

Y ni siquiera sabía

ni quien eras ni adonde ibas,

sólo se que me pasaste

galopando así en tu moto

al costado de mi auto.

 

Y al perderte entre los humos

de mil rugientes demonios

sentí una pena profunda

y me incliné en el volante

y una oración musitaba

al escuchar el estruendo

de un impacto allá en la esquina.

Vi mucha gente corriendo

y sentí que aquí en mi pecho

algo de mí se moría;

y pude ver la ambulancia

recoger tus mil fragmentos,

pedazos de tu inocencia

Oh muchachita atrevida...

 

Y allá en el jardín las flores

lloraban desconsoladas,

pues su rosa más preciada

lentamente se moría...

 

Y recibí finalmente

aquella triste noticia...

ya no más me cruzarías

en tu moto velozmente.

 

Oh dulce niña atrevida

cuánto quisiera en el cielo

verte saltando entre nubes,

persiguiendo algún cometa

explorando mil galaxias

y mil soles recorriendo,

en una moto dorada

fiel regalo del Eterno.

 

R. Gruger / 1985