Oscar Lugo

Mujer

Eres única, desde que fuiste creada,

te crearon muy diferente;

mientras dormía profundamente,

el ser omnipotente

sacó una de mis costillas,

y cuando desperté,

de todas las maravillas,

fuiste la más hermosa que miré,

tanto, que me hizo exclamar:

“hueso de mis huesos,

carne de mi carne…”

el comienzo de mis versos

y mi razón de amar…

Nadie se queja del sol

porque nos da su calidez;

cuando todo lo creó Dios,

aseguró que era muy bueno;

si esto es así,

me pregunto, por qué insistir

en tener ese mal concepto,

de ese noble ser…

ya quita esa estupidez,

que tienes hacia la mujer

de rebajarla, de despreciarla;

entiende que no es un objeto

ser hombre es darle respeto,

y nunca dejar de amarla.