Harley Ezel

La canción de un solitario

Canta aquel solitario adolorido,
que en su mente solo queda el vacío,
una copa, el piano y su llanto fluido,
llenan sus noches de profundo hastío.

Expresándose con una canción,
en el azul de aquel mar todo el sábado,
lamentando en las noches su dolor,
en sus letras se escucha derrotado.

Encontrando el desdén en un abrazo,
sintiendo húmedo el amargo susurro,
alucinando a través del cedazo
observa lo malo y a un ser muy turro.

Aferrando su voz hacia el pasado
deja sus ánimos sobre un andén,
y en un severo cristal empañado,
rostro fútil y sin paz que le den.