deniz

El Perro

 

Puse mi alma en tus manos como si fuera Dios.

Te lleve a todas partes donde el silencio espanta,

para entregar las enraizadas ideas de conquistar razones,

 ver el futuro lleno de sonrisas viejas e infantiles.

Adore tus imágenes en la zozobra del tiempo y la magia del destino,

a cambio de fidelidad.

Hoy no sé, si este mismo tiempo será capaz de pagar,

toda la irrepetible entrega.

Y si el inmenso sacrificio de arar en el mar, hasta que nazcan rosas,

se ve compensado con las migajas altaneras de un hueso roído,

como un perro morderé la mano del que me alimenta,

y tiraré hacia la selva,

donde aún aúllan-libres- mis ancestros.