julio carbonero

-LETIFICAR-

En el buen sentido de la palabra

soy singularmente optimista,

pero no...biológicamente

como expresan algunas personas.

En edad temprana,ese carisma rebosante

era una elación del alma.

Esa tendencia positiva

con el paso del tiempo

halló obstáculos severos

impidiendo él autentico desarrollo.

Muchas veces ese espíritu,me lo hurtaron.

Y otras tantas,he procurado restituirlo.

Hoy tan sólo me resta,un menguado

y reservado optimismo.

¿Quién me despojó ese carisma?

¿Quienes extenuaron,aquél exultante optimismo?

-Los políticos corruptos?

-Los juriperítos viciosos?

-El despotismo militar?

-Los religiosos pedofilos violadores?

-Los psicólogos y su ciencia comercial?

sofístas,"probos,honrados y honestos"?

El deterioro conceptual?

"La sociedad decadente

envuelta en el caos del consumismo,

desconcierto en el cual me incluyo

como un autómata sin sentido"

Aquél optimista que alegre vivía.

¿Donde está?

Aquél que confiado emprendía el destino,

ante lo adverso,ante lo utópico.

Con la única arma...Optimismo

Aquél optimista que alegre vivía.¡Vive!

Y vive por la gracia de haber vivido,

esa única posibilidad,que es la vida.

Aunqué los años,marchitan,deterioran,

consumen y determinan.

Ese conglomerado de cosas no logró

apoderarse de mí optimismo.Aún lo conservo.

Golpeado,apabullado,menoscabado.

pero siempre incondicional,

apegado en el fervoroso optimismo

que atesoro en el corazón

porque él,es el auxilio de la vida.

        Julio Carbó.