Ma. Gloria Carreón Zapata.

NEPTUNO.

 

 

Aquella cálida noche de novilunio

agitaste el oleaje de mi alma,
cuando tus ojos claros se posaron en mis ojos,

presagiando el plenilunio.



Diáfanos, seductores semejantes al

fulgor del farolillo,
y en mi corazón hiciste brotar dudas y

sin sabores.



Esa tu pupila que se mece al contemplarme

provocando la furia del amor,
y engañosa descansa en una ola canora

de amargo canto melodioso,
donde mis sueños se arrullaron cansinos

evocando tu presencia

te llaman a ti, Neptuno de amoríos

apasionados y pasajeros.



Porque eres tú, la luz de los ojos

que centellean al mirarte,
cuando el alma enamorada

huir quiere de ti tierno amante.



Eres el desazón que cabalga

sobre las olas en caballos blancos,
provocando la furia de tormentas y tempestades.

Luz de ojos ciegos, canto de aves

que murmuran silenciosas,
alma errante que en mis olas nunca cabalgaste,

de frases melosas amargas, que hicieron temblar mi alma inerte.
Hoy descansa en paz sobre el seno de Anfítrite, alma errante.



Autora: MaGloria Carreón Zapata.