Julio Noel

Vivamos, amada mía, el mundo de los sueños

Vivamos, amada mía, el mundo de los sueños,

ese universo donde a nuestros oídos no llegan

los vanos alaridos de los que aquí se quedan;

vivamos solamente para nuestros ensueños.

 

Vivamos en el éter, alegres y risueños,

donde las banalidades penetrar no puedan

ni los vicios y maldades de este mundo accedan,

del que tan sólo nosotros dos seamos sus dueños.

 

Alejémonos del sórdido y mundanal ruido

que tanto lacera nuestros frágiles sentidos

y a nuestro sensible y aéreo espíritu lastima.

 

Sigamos la senda de los sabios que han sabido

alejarse del mundo y de sus sinsentidos

para elevarse a la más eminente cima.

 

Suspiros y sueños de amor