A LA VERA DE TU TUMBA ESPOSA MÏA.
Con tremenda tristeza
hacia lo desconocido la vi partir,
sentado junto a su sepultura,
muchas lágrimas derramé.
Transcurridos algunos años han,
ahora ante su tumba sentado,
recuerdo los tiempos pasados juntos,
solitario, su tumba miro.
El amor de mi vida hacia le eternidad,
su viaje emprendió.
Imagínola salerosa caminar,
en senda bordeada, de blancas flores.
Hoy al cementerio he regresado,
a recordar los años pasados juntos,
dándole las gracias,
del tiempo que a mi vida entregó.
Sus caricias, sus arrumacos, sus besos,
en recuerdo, mi alimento sigue siendo.
Aunque su amor, presente no está,
en mi corazón sigue existiendo.
Fiel a su recuerdo sigo,
el cuerpo cubierto de arrugas,
la memoria pierde, cada día es menos,
el caminar lento se hace.
Detener el tiempo, permitido
no tengo, sin sentir de mí se escurre.
De ella enamorado hasta la perpetuidad,
seguiré.
Siempre recordaré, que fue la mujer que yo amé.
bambam