Ten piedad y deja la memoria
impregnada de aquellos momentos
que sabes inolvidables.
Puede ser lástima o derrota,
solo recuerda el momento en
que mi amor por ti
te hacía una cosmonauta
en cual el dinero
no compra ni una hoja seca,
quisiera pensar en tus lágrimas
si me fuese algún día,
si mi ser material
volviose pizca, y,
no sería más que millones
de sustancias pequeñitas
sin sentido ni memoria,
sería como el polvo que
entra a tus ojos por los
trapos con cual secas tus lágrimas,
quizá hay otro mundo y
nada de eso se me permita entenderlo,
puede que sea menos evolucionado
y no puedo olvidarte y
me castigo.
No tengo la mejor canción
ni el mejor beso,
haz de olvidarme un día, lo se.
Prometo siempre estar ahí
mezclado entre tu sombra, al espejo de tus pupilas, en cualquier objeto,
en algún delirio...
Y es que, ¡amor mío!
me falta mucho por entender
que yo deba comenzar
a olvidarte!