Claudio Ernesto Poeta

Te escucho por ahí, a mi lado

Papá,  descansa junto a mí

el aturdimiento de tu llanto

déjalo evaporar sufrimiento

busquemos

ya que ella también se nos fue

el pan entre trigos sordos.

 

En la erosión del tiempo

encontremos consuelo a nuestra sed,

inventémonos un racimo de momentos al azar

para amontonar nuestro dolor

desangrar penas

y recomponer desde el adiós que no tuvimos,

aquella estúpida sincronía de errores

que nos llovió.

 

Juntémonos en la dimensión atemporal

a destruir tus ojos de fotografía

tu rostro en blanco y negro

 

Te ofrezco una taza de té

donde estacionar el pasado

un brasero que nos entibie el alma

y una conversación al anochecer

para sentirnos eternos

aunque tengamos que mentirle al destino

cubrir con persianas la realidad

y taparle los ojos a la muerte

 

Escucho tu dolor

pasar cerca de mi pecho

como un tren enfermo

sin rumbo.

 

Tu lugar está en mis ojos

tú presencia en mi sangre

tu voz, arranca ahí, cerca de la mía

y tus pasos de olvido

se encuentran de frente a la memoria

cada vez, cada segundo

que evoco tu nombre.

 

 

Claudio Ernesto