Alexandra L

Luz

 

Hay una luz intensa rompiendo la mañana
un aletear de pájaros, un trinar de esperanzas
el sol desalojando las sombras de la noche
no hay misterio, secretos, reclamos o reproches.

En un rito escondido dentro del pensamiento
abre sus fuertes alas levantándose al vuelo
sobre calamidades sobre odios y recelos
labios que no se cansa de susurrar te quiero.

Con las puertas abiertas, con la mano extendida
sin perdón que otorgar, sin verdad o mentira
lejos de las tinieblas del dolor o las penas
cuerpo que se estremece cuando te siente cerca.

No quiero ser eterna, no quiero ser suspiro
no aspiro a ser la dueña, a robar lo prohibido
ser cartas amarillas
antiguos documentos firmados, y mil cuños
diciendo lo que siento.

Quiero ser para ti como la lluvia fresca,
el sol de cada día
una puerta entreabierta donde el aire suspira
aliento de la vida.

La magia que domina nuestra ciudad perdida
cuerpos que se entrelazan al roce de un suspiro
corazón que te ama, 
sangre que se dilata y se duerme conmigo.