Enrique Obregon

Por un día

Bocanada de aire interminable

que no le atina al misterio.

 

Afán estancado que se pierde

en la fábula de algún anhelo.

 

La mañana cede bajo su sombra

por el capricho de este sueño.

 

Sin saberte me has avocado

al ser y no ser que ya nos deja,

él tampoco sabrá por dónde,

sólo restan un par de ausencias.