Elisa es

Sin máscaras

En la reminiscencia de un ente sin máscaras se encuentra, como un cuerpo acostado sobre el rígido mármol, la verdadera cara del ser, detrás de la conciencia, envuelto en rosas y espinas, adornado con sonidos sin melodías que golpean el tiempo, haciéndolo suyo, por eternidades que duran momentos, incapaces de desvanecerse, incapaces de simular aunque sea una pizca de arrogancia.

Y flotando en un río, volando entre especies, la única afirmación de un humano capaz de darle fuerza a sus corrientes internas: ¡Estoy vivo!

Esa afirmación estremece la inmovilidad

Y todo parece elevarse entre aquellas oscuras e inmensas profundidades, donde brillan las maravillas del mundo mientras le hacen el amor a la existencia finita, sin ocultarse, ellos mismos son la vida.