Georgina Ramírez

Puntos de sutura

Amor sí lo era

Dos cuerpos callados
ya no atentos al roce


De ese bocado primigenio
sólo una promesa queda
la taza de café sobre la mesa
que lejos de tus labios se enfría


en desconcierto
por vez primera
desde tu partida
dejo caer la gota que te nombra