Julio Noel

Una rosa primorosa hallé en mi camino

Una rosa primorosa hallé en mi camino

como blanco lirio que se yergue en la alborada,

de níveo tul vestida y de carmesí pintada

como sutil aroma se cruzó en mi destino.

 

Blancos eran sus pétalos, su vestido albino;

era más bella que el albor de la madrugada,

era como destellos de concha anacarada

que se semejaba a un espíritu divino.

 

De sus hechizos quedé fuertemente prendado;

su verde mirada me cegó con su fulgor,

y mi corazón herido por dardo de amor.

 

Su seráfica imagen me dejó anonadado;

su recuerdo me evoca una dulce añoranza

y de poseerla algún día no pierdo la esperanza.

 

Suspiros y sueños de amor